Recuerda a A*Men de Thierry Mugler
Desconcertante. Inicia con un fuerte aroma a incienso eclesial que en unos cinco minutos va adquiriendo dulzor achocolatado y calidez, sin perder un toque de especias. Es un perfume con fuerza y personalidad, algo oscuro, para frío o salidas nocturnas, más de cena y copas "de tranqui" que para ir de clubbing. requiere madurez, no necesariamente de edad numérica, sino de mente asentada. Genial en cenas de trabajo formal, no la típica cena de empresa de Navidades. No es una fragancia para llevar la corbata en la cabeza con copas de más, sino para charlar sobre proyectos, sobre futuro, ideas o para quedar con amigos para ir al teatro, a un concierto unplugged, o al cine.
No es ideal para chavales jóvenes por mucho que se pongan traje en nochevieja. Para vestir este aroma, mejor tener 10 años cotizados y saber lo que es la vida. Una mente madura y estable, con las cosas claras, un atuendo acorde a la edad y la situación: ni excesivamente formal ni excesivamente moderno, y unas pulverizaciones de AMN que añade el toque de misterio justo y el empujoncito para que la noche no se tuerza.